16/11/13

Filosofía, la diferencia entre un estadista y un demagogo, Rodrigo Facio versus José Miguel Corrales

El candidato por la Presidencia de la República: José Miguel Corrales, 
 afirma públicamente en debate televisivo, que cerraría la Escuela de Filosofía
 de la Universidad de Costa Rica, si fuera Presidente.

José Miguel Corrales Bolaños, es un político costarricense, con una larga carrera de militancia en el Partido Liberación Nacional (tres veces diputado en la Asamblea Legislativa con ese partido), designado en sus puestos políticos, por ex-presidentes como: Daniel Oduber Quirós y Óscar Arias Sánchez. No obstante, tras su último fracaso como candidato del mismo PLN, por la Presidencia de la República, en 1998, y tras su último puesto político, como diputado, siempre como representante del PLN,  abdica del partido político original,  tras haber abjurado también,de sus mentores políticos, que lo habían colocado unilateralmente en sus puestos.  

En un acto de exhumación de un cadáver político, es revivido para las elecciones presidenciales del 2014, con la conformación de una pequeño partido: Patria Nueva, con miembros veteranos de viejo cuño, provenientes de militancias diversas, lo cual ha llevado a número diverso de conflictos internos, mostrando su completa inexperiencia como agentes no designados por alguna maquinaria partidaria tradicional, en la Realpolitik.   No obstante, esto no era más que la crónica de una muerte anunciada, pues de previo, ya se había asumido una candidatura a la presidencia, por parte un partido pequeño creado ad hoc: Unión Patriótica, pero por su mismo carácter impositivo, lo llevó a renunciar y al final de cuentas, este tipo de partidos personalistas, fracasan en las elecciones y terminan por disolverse, como sucederá plausiblemente con Patria Nueva. 

Este Partido al estar conformado por una serie de figuras recicladas de viejo cuño y ante sus ansias oportunistas de figurar en partidos de mayor tradición electoral; no fueron aceptados por estos últimos, para ocupar los puestos políticos que exigían.  Por ello, su batalla electoral se ha librado en el completo solipsismo, en ausencia de una base electoral y en un amplio rechazo del electorado joven, que ve este grupo, una especie de dinosaurios de tiempos ancestrales perdidos en el tiempo, e incapaces de aportar soluciones adecuadas a los tiempos actuales. 

Esto causa frustración y agresividad entre sus partidarios, en particular entre sus dos veteranos y vetustos líderes, como lo son: José Miguel Corrales (ex-PLN) y Oscar Aguilar Bulgarelli (ex-PUSC), que han iniciado una campaña solitaria, de invención de falsas estadísticas,  de desconocimiento de las resoluciones del Tribunal Supremo de Elecciones y de descalificaciones personales de otros miembros de su propio partido, como Alvaro Montero Mejía y su fracción, la gestora original del Partido, en su intento de reciclar viejos partidos de cuño personalista. Todo ello, es sintomático de formas de actuar que bien pueden ser tipificados como conductas políticas fachistas con piel de social-demócratas. Corrales apelando a una supuesta Social Democracia, pero dando muestras inequívocas que desconoce por completo los fundamentos filosóficos en los que funda esta teoría política. Por su parte, Oscar Aguilar Bulgarelli, apela a la doctrina social cristiana de viejo cuño, oriunda del ex-presidente de la República de los años 40´s del siglo XX, Rafael Angel Calderón Guardia, formado idelógicamente en la Universidad Católica de Lovaina, y quien guardó un vínculo estrecho con  El Vaticano, en la figura de Pío XII, por quien fue condecorado.  No obstante,  en medio de un ambiente de autoritarismo, se vio envuelto en acusaciones sobre los fraudes electorales de 1944 y 1948, que desataron confrontaciones sociales, las cuales desembocan en la Guerra Civil del 48, siendo finalmente derrotado militarmente por José Figueres Ferrer. A partir de ello, se instauró la Segunda República en 1949, por medio de una Asamblea Nacional Constituyente. 

Resulta pertinente hacer un ex-cursus sobre la Doctrina Social de la Iglesia Católica, pues guarda muchas similitudes con las doctrinas del Partido Nacional Fascista de Bennito Mussolini, cuyo ideólogo fue su Ministro de Educación, Ginovanni Gentile. Así las cosas, el populismo para las masas (apelación a idearios vacíos de justicia social, pero sin contenidos reales), el fortalecimiento de la oligarquía plutocrática y sus grandes negocios, la adoración de un su caudillo (- v.g. Rafael Ángel Calderón Guardia en Costa Rica o Il Duce en Italia-), la negociación con las izquierdas para anular las revueltas sindicales (nacional-sindicalismo), así como la imposición violenta de tropas de choque para amedrentar a sus opositores dentro de la población civil (-tropas milicianas de choque promovidas por Francisco Calderón Guardia, hermano del Presidente, y análogas a las Camisas Negras de fachismo italiano-); así como un manejo espurio de las elecciones presidenciales y parlamentarias, en su pretensión de perpetuación en el poder.  Si a todo ello se añade  la apelación a los principios de la Doctrina Social de la Iglesia Católica y su sometimiento incondicional a esta institución clerical, se evidencia que Costa Rica, durante los años 40´s del siglo XX, experimentó una variante de las doctrinas clero-fachistas, que fueron desarrolladas en Italia por medio del contubernio entre Mussolini y Pío XII, España con el nacional catolicismo de Franco, Croacia y sus Ustachas, Eslovaquia y el nazismo católico de Josef Tiso, Rumania y Movimiento Legionario o Guardia de Hierro, Argentina y el peronismo histórico, y por supuesto, la Alemania nazi y sus concordatos con El Vaticano, entre otras. De esta variante es heredero Oscar Aguilar Bulgarelli dentro de este Partido Patria Nueva, y sus prácticas en la presente campaña electoral,  así lo han dejado en evidencia. 

El paroxismo de este tipo de doctrinas impositivas, de perfil fachista, se reveló en las recientes declaraciones del candidato a la Presidencia de Patria Nueva, José Miguel Corrales, que de ser presidente cerraría la Escuela de Filosofía de la Universidad de Costa Rica, para apoyar otras prioridades técnicas. No sólo ignorando por completo, la autonomía constitucional de las universidades estatales en Costa Rica, sino mostrando su enciclopédica ignorancia del quehacer de las disciplinas filosóficas, el papel central dentro de muchas disciplinas científicas y el papel fundamental en la formación humanística y crítica de los estudiantes universitarios. Es obvio, que su completa ausencia de formación filosófica, lo convierte en un demagogo fracasado desde sus inicios, incapaz de poder plasmar una visión de estado, una visión de nación y su sustento ideológico, que sin un fundamento filosófico sólido, esto resulta imposible. 

Basta contrastar las palabras de José Miguel Corrales, con el pensamiento de Rodrigo Facio Brenes, Benemérito de la Patria, ideólogo de la social democracia costarricense. Diversos aspectos de sus ideas social-demócratas quedaron plasmadas en mucho del articulado de la Constitución de 1949, cuando fue diputado constituyente. Por otra parte, siendo un Rector insigne de la Universidad de Costa Rica, -cuya sede central lleva su nombre-, promovió la Reforma universitaria de 1957, en la cual se definió el tipo de universidad estatal que requería el país, y cuyos principios guía, aun hoy en día se consideran válidos para todas las universidades estatales. Fundó la Facultad de Filosofía y Letras, como eje articulador de todos los estudios superiores, y a partir de lo cual, establece a la Filosofía en particular y a las Humanidades en general,  como núcleo de los Estudios Generales, que serán la base común de todos los Curricula universitarios y cuyo principio rector, fue evitar la formación de "idiotas especializados", incapaces de razonar por propia cuenta y desarrollar una conciencia social de los problemas de su propio país. Esto implicó la fundación del Departamento de Filosofía y la contratación en el extranjero de expertos, que iniciaran la formación profesional de futuros profesionales en el campo, con el fin de satisfacer las necesidades académicas de los estudios humanísticos dentro de un nuevo modelo de sistema universitario. Entre esos expertos, estuvo Constantino Láscaris Comneno Micolaw, quien se quedó a radicar en el país y se convirtió en una figura legendaria de la intelectualidad costarricense, llegando a ser designado por la Asamblea Legislativa como Benemérito de la Patria.  Por ello, Rodrigo Facio lo sintetizó en la siguiente expresión: "Una Universidad sin una Escuela de Filosofía no es una Universidad". Extrapolando esta idea, cabe preguntarse entonces sobre la utilidad de la Filosofía. Aristóteles, ya se lo había planteado, la Filosofía es inútil por sí misma y por eso mismo es útil para todo. De ahí la relevancia y la urgencia de tener estadistas con visión filosófica, que les permita ser capaces de analizar concienzudamente la naturaleza de la ontología social que soporta la estructura y la dinámica de las relaciones sociales de producción; en la explicación y comprensión las tensiones internas como producto de una permanente lucha de clases; en el esclarecimiento epistémico de las categorías de la economía política subyacentes a todo el sistema económico; en establecer criterios para dilucidar los principios éticos que deben guiar la convivencia institucional dentro de una nación; en poder evaluar la naturaleza de los sistemas políticos y si estos son legítimos o ilegítimos; tal y como se ha hecho en la Filosofía desde tiempos de La República de Platón o la Política de Aristóteles.  Todo ello evoca, a cómo Platón exigió un Filósofo-Rey, con una formación desde su infancia y por cerca de cincuenta años, para poder llegar a comprender la naturaleza del Bien Común que le permita dirigir una República (Politeia).  Resulta evidente entonces, que sin una sólida formación en Filosofía y pensamiento riguroso, lo que se obtiene son candidatos presidenciales demagogos, como José Miguel Corrales,  no estadistas como Rodrigo Facio, que vieron mucho más allá del momento histórico en que se encontraban. Entonces, parafraseando a Winston Churchill cuando enunció que: "Un político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones, no en las próximas elecciones", se puede afirmar que: "la diferencia entre un estadista y un demagogo, es cuestión que el estadista piensa a largo plazo con fundamento y perspicacia, y requiere muchos años de formación filosófica, mientras que el demagogo, piensa a muy corto plazo y con fines oportunistas"





4 comentarios:

  1. Hola. ¿Corrales fascista?, ¡no!!!...jajajaja...jamás...Es sólo un político con mala educación tecnocráta, por cierto un político honesto en su función pública pero torpe, figuerista (de los de Don Pepe padre jejeje) más que socialdemócrata, nacionalista, anti -neoliberal, pero con una pésima cintura comunicativa y con una pésima formación tecnocrática (y eso sí es peligroso). Basta la ilustración comparativa con el Benemérito Rodrigo Facio acá expuesta: R. Facio un socialdemócrata por cierto anticomunista, pero ilustrado, patriota (como Corrales) incluso antimperialista. El contraste entre ambos es brutal..cierto y triste. Y es que el problema político es que el tecnocratismo, el Neoliberalismo y el autoritarismo de derechas es que van de la mano, y van creciendo inercialmente en el Capitalismo Tardío...En todo caso, y de vuelta en nuestra pequeña Costa Rica en crisis, hay un acoso mediático contra Corrales ( y al cual el mismo colabora ahora jajajaja) y su emergente pequeño Partido Patria Nueva, similar al que hubo contra la Unión Patriótica que el encabezó antes en el 2006 y a la que renunció; y me recuerda el el Gran Fraude mediático de 1998 y que el TSE permitió, y que llevó a Miguel Ángel Rodríguez, Thelmo Vargas y demás Halcones Neoliberales al poder ... Su pequeño partido se ha vuelto una bolsa de gatos, y me parece que no es casualidad...Don Álvaro Montero Mejía vs. Oscar Aguilar Bulgarelli, me parece algo lamentable, sobre todo porque son dos viejos líderes de amplia trayectoria popular y patriótica...Sobre el TSE pues no me merece ningún respeto constitucional...aunque puntualmente lleve técnicamente la razón acá...Sin ánimo de defender a Corrales por su "metida pata" (o provocación en la volvió a caer torpemente), creo que hay que sumar fuerzas del campo popular en la actual Costa Rica, si estuvo o no con el PLN o con el PUSC, por favor, eso no es relevante ni antes, ni ahora que defendemos nuestras conquistas sociales dentro del Estado Social de Derecho...Es decir, es hora de construir un frente realmente amplio...Pero para esto hay que caracterizar bien a nuestros amigos y enemigos, estratégicamente y tácticamente. Y Corrales no es un enemigo, y menos un fascista o neofascista, -aunque tengamos importantes diferencias culturales con él, y a pesar de su torpe respuesta tecnocrática. Y desde luego, un nacionalista no es un fascista. Esperamos sin embargo, una respuesta aclaratoria y una disculpa pública del Sr. Corrales por estas declaraciones contra la Filosofía (y no es un asunto gremial, sino ideológico y tecnocrático muy peligroso). Gracias mi opinión, Jiddu Rojas (Profesor de Filosofía).

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    1. Con defensores así, el señor Corrales, no necesita detractores. Penoso ver la ausencia de herramientas de análisis y síntesis, de algunos pretendidos filósofos, cuyos grandes enredos mentales, son asumidos como una presunta gran erudición sobre un tema. Lamentablemente, es una muestra, que el problema no es eliminar la carrera de Filosofía de la Universidad de Costa Rica, sino cambiar los cuadros anquilosados que hay en ella, que no permiten la formación de profesionales en el campo con herramientas intelectuales robustas y con la competencias adecuadas a enfrentar los retos de las sociedades actuales. Y el problema se agrava en otras universidades costarricenses, que gradúan al por mayor profesionales en Filosofía, sin planificación alguna, sin perfile de salida profesional y sin explorar nuevos ámbitos laborales. Una paradoja no resuelta por una miopía crónica, con la complicidad de las altas autoridades de las universidades estatales, que gastan grandes cantidades de recursos de erario público en las respectivas Escuelas de Filosofía.

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  2. No soy filósofo, ni pretendo serlo, pero el comentario de Corrales en el debate del Canal UCR fue una barbaridad. Jamás podemos pensar en eliminar la Escuela de Filosofía...jamás.

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